Los ambientes de las sierras, como los representados en la Reserva Paititi, prestan importantes servicios a las comunidades humanas, algunos de los cuales podemos apreciar cotidianamente, y otros que pasan desapercibidos pero que son fundamentales para la vida. A continuación, un artículo de nuestra amiga la Dra. Lorena Herrera, bióloga que trabaja en nuestra zona en este tema de vital importancia para la adecuada valoración de nuestras sierras:
Servicios ecosistémicos de las sierras
Los
servicios ecosistémicos son los atributos (aspectos) de los ecosistemas que
contribuyen directa o indirectamente al bienestar humano, satisfaciendo sus necesidades
e incidiendo sobre su calidad de vida. Se agrupan en tres categorías: servicios
de aprovisionamiento, servicios de regulación y servicios culturales.
Los
servicios de aprovisionamiento engloban los productos obtenidos de los ecosistemas como alimentos
(granos, carne, leche, miel, etc.), agua dulce para consumo humano y agrícola,
leña, fibras, combustible, bioquímicos, farmacéuticos y recursos genéticos. El
pastizal natural de los ambientes serranos sirve como fuente de alimento para
el ganado vacuno principalmente, ya que naturalmente está compuesto por una
gran diversidad de especies de pastos (gramíneas) que proveen de forraje a lo
largo del año. También encontramos en las sierras numerosas especies de plantas
importantes por su valor como recurso medicinal, ornamental, forrajero y
genético. Entre las especies de valor medicinal podemos mencionar algunas con
propiedades astringentes, depurativas, diuréticas, digestivas, expectorantes,
cicatrizantes, hepáticas, antimicriobianas, sedantes y purgativas. Por ejemplo,
la dicotiledónea Cuphea glutinosa crece en
las sierras y ha sido estudiada por sus propiedades diuréticas e hipotensora. Una especie muy valorada como recurso genético y que habita
en las sierras es la papa silvestre Solanum
commersonii. La misma crece junto con los pajonales de Paspalum quadrifarium y presenta
resistencia a las heladas, virus e insectos que atacan al cultivo de papa, por
lo que puede ser utilizada para el mejoramiento genético de la papa cultivada. El agua es otro importante recurso de provisión en la
región, porque ya sea de origen superficial o subterráneo, está disponible en
cantidad suficiente y con una calidad adecuada para las distintas actividades
humanas.
Los servicios de regulación
son más difíciles de reconocer ya que son los que se encuentran más
directamente vinculados al funcionamiento de los ecosistemas, regulando las
condiciones del ambiente en que los seres humanos realizan sus actividades
productivas y cotidianas. En esta categoría se incluyen la regulación
climática, la amortiguación de inundaciones, la regulación de los vectores de
enfermedades y la regulación de la erosión de los suelos, entre otros. Por
ejemplo, la vegetación de
los ambientes ribereños (áreas adyacentes a cursos o espejos de agua) y de las
sierras (donde en general nacen los arroyos de la zona) mejoran la calidad del
agua filtrando sedimentos, nutrientes y otros contaminantes reduciendo su
entrada a los cuerpos de agua, regulan el flujo hídrico controlando los eventos
torrenciales y las inundaciones, estabilizan los márgenes de ríos y arroyos
reduciendo los efectos de la erosión, y proveen de alimento, hábitat y
condiciones de luz y temperatura adecuadas para la vida de otros organismos
(insectos, aves, mamíferos, etc.).
Otro ejemplo es la regulación climática. Las plantas a
través de la fotosíntesis consumen CO2 y liberan O2
molécula imprescindible para la respiración de animales, plantas y seres
humanos. Por medio de este proceso, se incorpora carbono orgánico al suelo lo
que comúnmente se denomina secuestro de carbono. De no existir una cubierta
vegetal, no se fijaría CO2 (principal gas de efecto invernadero), y
además el suelo liberaría el carbono secuestrado también en forma de CO2,
modificando la composición de gases de la atmosfera y favoreciendo así al
calentamiento global. La vegetación natural de las sierras, como los pastizales
y arbustos, realizan esta importante función. También lo hace cualquier
cubierta vegetal, pero en diferente medida dada por el tipo de vegetación y su
cobertura a lo largo del año.
Los insectos y las aves componentes de los ecosistemas de
sierras, humedales y otros ecosistemas naturales cumplen funciones importantes
como controladores biológicos y polinizadores. Dentro del grupo de las aves, las especies insectívoras actúan como controladores
de plagas, eliminando o disminuyendo las poblaciones de insectos nocivos para
los cultivos. Son también un importante grupo polinizador (Ej.: los colibríes) y dispersor de semillas,
proceso importante en la conservación de la vegetación nativa. Otro grupo de
aves, las rapaces, cumplen un rol preponderante como predadores, ya sea de
pequeños roedores y otros vertebrados transmisores de enfermedades y que se
alimentan de los granos que producen los cultivos. Las especies consideradas carroñeras, contribuyen al saneamiento ambiental,
consumiendo cadáveres y evitando así su acumulación y la propagación de
enfermedades potencialmente peligrosas para el hombre y otros animales.
Dentro
del grupo de los insectos, además de participar en el flujo de energía y
nutrientes (escarabajos descomponedores de materia orgánica), actúan como
dispersores de semillas, en la polinización de las plantas (mariposas, abejas y
avispas) y en el control de plagas de cultivos como los escarabajos, las
chinches, avispas, moscas, bacterias y virus.
En las sierras se han encontrado numerosas especies de
polinizadores que visitan frecuentemente diferentes especies de plantas. Entre
las familias más representativas se destacan Hymenoptera (avispas, abejas y hormigas), Diptera (moscas y mosquitos), Coleoptera
(escarabajos) y Lepidoptera (mariposas y
polillas). A través de la polinización, se logra mantener la supervivencia de especies nativas y exóticas cultivadas (por ejemplo el girasol) y garantizar la producción de semillas de aquellas especies dependiente de agentes entomófilos.
Los servicios culturales de los ecosistemas, proveen a las personas beneficios
espirituales, recreativos y educacionales, permitiendo mejorar nuestra calidad
de vida, tanto en lo físico como en lo espiritual. Las sierras son importantes
áreas para la recreación y el turismo donde se pueden desarrollar actividades
recreativas como caminatas, ciclismo, carreras a pie, etc. También es
importante destacar el rol de las sierras desde el punto de vista educativo, ya
que son ecosistemas únicos que ofrecen una gran diversidad biológica donde
alumnos y maestros pueden reconocer la naturaleza funcionando en su máxima
expresión cual laboratorio viviente. En los últimos años, la cultura de campo y en especial los ambientes serranos ha generado una importante industria de turismo rural que atrae a visitantes locales e internacionales.
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