lunes, 1 de diciembre de 2014

Importancia de la Reserva Paititi desde la conservación de la biodiversidad


Los sistemas de sierras son ambientes de gran riqueza biológica, debido a la gran cantidad de ambientes distintos que se encuentran en ellos, lo cual a su vez determina una gran variedad de comunidades y especies presentes en ellas (Secretaría de Minería de la Nación 2006), y es por esto que se los considera áreas de biodiversidad sobresaliente (Bertonatti y Corcuera 2000). Los sistemas serranos de la provincia de Buenos Aires son espacios que han sido modificados por el hombre en mucha menor medida que las zonas circundantes, ampliamente transformadas por la agricultura. Por esto se considera a las sierras como ambientes propicios para la reconstrucción de las comunidades prístinas (Cabrera y Wilkink 1980). Ya en 1955, Ringuelet consideraba estas serranías como áreas diferentes a las circundantes desde una perspectiva zoogeográfica (Arcusa 2014).

Estas áreas serranas funcionan de hecho como “islas de biodiversidad” (Sottile et al. 2011) en un mar de campos agrícolas dedicados al monocultivo de cereales y oleaginosas. Debido a esto, existen numerosos endemismos presentes en el área de reserva cuya preservación es importante desde el punto de vista de la conservación. Además, muchas de las especies vegetales presentes se encuentran en la lista de especies en peligro (Delucchi 2006), por ejemplo, Sporobulus platensis, Geoblasta pennicillata, Mimosa tandilensis, Eryngium spp, Buddleja tubiflora, Baccharis tandilensis, Eupatorium buniifolium, Poa iridifolia, Adiantum chilense, y Colletia paradoxa, entre otras. En Paititi se está realizando un inventario de plantas que ya registra más de 250 especies, muchas de ellas nativas y consideradas de alta importancia para la conservación.

En cuanto a fauna de insectos se refiere, por ejemplo, gracias a un relevamiento que se viene realizando en el marco del proyecto GENEBSO de investigación, se han identificado en la zona serrana de Paititi una importante diversidad de especies, según muestran los inventarios de carábidos, formícidos, afódidos, escarabeoideos, chinches y araneidos. Existe un microendemismo, ocho endemismos, dos especies de origen patagónico, diez de origen subtropical, diecisiete generalistas y 82 especies pampásicas (Cicchino 2014). En la actualidad se está realizando también un proyecto de investigación sobre diversidad de la fauna mirmecológica en distintos ambientes presentes en la Reserva de Paititi (Arcusa 2014), y se continúan los relevamientos de artrópodos.
Se ha realizado también un relevamiento de aves en la reserva, y un estudio de las implicancias de distintos manejos y disturbios sobre la conservación de la diversidad de las aves nativas en el ambiente serrano de Paititi (Isacch, Cardoni y Pretelli 2014), el cual ha determinado la importancia de la conservación de los pastizales naturales para la preservación de las aves especialistas nativas. La presencia de los pastizales de alto porte, asociados a la vegetación arbustiva nativa que aporta estructura, es importante para asegurar la supervivencia de las aves nativas, por lo cual se hace indispensable un manejo concienzudo de los pastizales y especialmente, de las especies arbóreas invasoras que los degradan, como Acacia melanoxylon y Prunus mahaleb.


Por otro lado, en la Provincia de Buenos Aires, son escasos los espacios recreativos-educacionales destinados a la sociedad en general con información científica y técnica de calidad. Bajo este contexto, urge la necesidad de nombrar reservas a aquellos elementos del paisaje que representan un refugio de biodiversidad y de provisión de servicios ecosistémicos. Las figuras de conservación, sin embargo, no deberían aparecer como entidades aisladas en el paisaje sino que deben formar parte de una planificación territorial. Por este motivo, se espera que el desarrollo de la Reserva Paititi pueda en el futuro motivar la generación de nuevas reservas en otros establecimientos privados de la región, ya que las áreas protegidas en tierras privadas son parte de una estrategia que debe insertarse en el marco de un ordenamiento territorial a escala ecorregional. El uso sustentable de la biodiversidad genera valor agregado a las áreas protegidas, aportando incentivos para su conservación y oportunidades de desarrollo para las poblaciones locales (Situación Ambiental Argentina 2005).

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